Rita Payés – Lucia Fumero
Festival Jazz Barcelona. La Paloma 15 de octubre de 2024
Artículo escrito a dúo entre Martí Zamora y Natalia Noviembre
Dos instrumentos, dos voces, dos grandes talentos del panorama catalán, una conversación y un escenario. Ah, y cuatro manos que escriben este artículo, las de las autoras. Rita Payés al trombón, que casi no necesita presentación, invitó a Lucía Fumero, gran pianista de la escena catalana, a tocar en formato dúo en el marco del Festival Jazz Barcelona 2024 en La Paloma, un espacio con una cálida iluminación y una excelente sonoridad.
Lo que más coincidimos al empezar a escribir los puntos importantes de este artículo fue, sin duda, la gran conexión entre ambas músicas. La improvisación fue un elemento constante durante el concierto y teníamos la sensación de que, casi sin mirarse, surgía una coordinación espontánea. Y más allá de esta conexión, ambas artistas, entre canción y canción, nos confesaron su cariño y gran admiración mutua. Además, la naturalidad con la que hablaban entre ellas nos daba la sensación de estar presenciando una jam session íntima entre dos amigas de toda la vida.
Durante el concierto, nos ofrecieron temas de cada una de ellas: Fumero interpretó algunos de su nuevo álbum Folklore I y Folklore II (Seed Music, 2024) y de álbumes anteriores, mientras que Payés también sacó a relucir temas de su último disco De camino al camino (Sony Music, 2024) y otros temas nuevos.
La noche y el día fue uno de los temas iniciales, con influencias latinoamericanas y una base de jazz, que las artistas ya habían interpretado en otras ocasiones. En este momento, la travesura y las manos ágiles de las artistas nos ofrecieron frases y melodías breves y largas. Otro tema de Fumero fue Del amor, más introspectivo, con voces destacadas: «el que canta espanta la pena que brota», nos cantaban. Desde el inicio del concierto, pudimos ver lo que cada una aportaba al dúo: Rita con su trombón y una voz grave y aterciopelada que a veces recordaba a su instrumento, y Fumero con su piano y una voz muy dulce que sonaba de maravilla en dúo con Payés. Eso sí, con su calidad y precisión vocal, parecían una sola voz en las tonalidades más agudas.
Entre las canciones del repertorio de Rita Payés, fue especialmente emotiva La rosa, que suele cantar con su madre, Elisabeth Roma, a la guitarra. En este caso la acompañó el piano de Fumero y ambas artistas se permitieron improvisaciones que parecían estar dedicadas a la madre de la artista de Vilassar. Más adelante, nos presentaron La Caperucita, una canción inédita, donde también reinó una complicidad juguetona, como si llevaran la canción hacia donde más les apetecía. De hecho, en esta pieza la trombonista hizo cantar al público una melodía no al alcance de todos. La pequeña nota reivindicativa llegó con El Panadero, una canción de Payés que en el álbum canta con Silvia Pérez Cruz, y reivindica la figura de un panadero anarquista: “hoy que todo está tan mal, no debemos olvidar a los panaderos”. En este caso, una versión más acústica pero con la misma fuerza y energía. El concierto terminó con la mítica Los aretes que de la luna y con una guiñada especial de la persona técnica de luces, que jugó con las luces a lo largo de la canción.
La energía, complicidad y juego continuo durante el concierto se hicieron evidentes cuando se encendieron las luces y entre el público compartíamos sonrisas, miradas y la convicción de que tenemos un dúo consolidado para muchos años en la escena de Jazz Barcelonesa.
+info | Fotos: Lili Bonmatí