Miquel Serra al Casinet d’Hostafrancs

Casinet d’Hostafrancs (Barcelona), 18/03/2022

A punto de iniciarse la primavera, y quizás influenciado por tan romántica estación, puedo decir que esta noche he vivido una auténtica historia de amor. Sí, con Miquel Serra y su banda (formada por Miquel Perelló a la batería, Michael Mesquida al bajo y Jorra Santiago, del grupo Jorra i Gomorra, a la guitarra y voces). Este artista multidisciplinar (es cantautor, letrista, compositor, músico y ocasional escritor), ibicenco de nacimiento y manacorí de adopción, me ha dejado absolutamente cautivado con el poderoso directo que ha ofrecido dentro del Festival BarnaSants 2022 en el Casinet d’Hostafrancs, presentando su recién parido trabajo discográfico Una casa és pànic (Foehn Records, 2022), que supone un nuevo concepto más grupal en comparación con anteriores discos.

Arropado por los excelentes músicos de su banda, Miquel abrió el concierto con Signes de preguntes (tema de su disco de 2017 L’Octau Clima), una magnífica canción que sentó las bases para lo que vendría después y abrió la puerta a toda esa psicodelia insular que tiñe la música de Serra, basculando entre reminiscencias al pop británico, como Radiohead o The Cure, y una banda sonora de una peli de David Lynch, y que inundó el Casinet el pasado viernes.

Las sugerentes L’amic que no se’n va y El somni repetit (las dos del nuevo disco y ésta última inspirada por la película 24 Hour Party People, film de 2002 del director Michael Winterbottom, que, según el propio Serra, también le sirvió para adentrarse en la música de Joy Division) dieron paso a Murada Mora (de La felicitat dels animals, 2014) y Els anys que hem viscut (de L’elegància dorm, 2019), perfectamente integradas en los sonidos del nuevo álbum.

Entorn de serena violencia (un tema que trata sobre la carga que supone crecer dentro de una familia, que impone un determinado rol a cada miembro, del que es difícil escapar; cantada al ritmo de una poderosa guitarra), Hores i més hores (Miquel recordó que en el disco le acompaña la sugerente voz de Simó Femenies, del grupo Roig!) y Quadre Lleial (que cuenta con la exótica colaboración de la flamenca indie Soleá Morente, de la cual samplearon la voz en el concierto) fueron los siguientes tres nuevos temas que dieron paso a L’arena que tenim (de su disco de 2019) y la oscura balada Desamparament (también de su último disco e inspirada por un relato del neurólogo norteamericano Oliver Sacks, sobre un hombre sin memoria que echa de menos a su esposa desaparecida y que, según confesó Serra, intentó que el cantautor Raimon interpretara con él en el disco, sin éxito), que cantó él solo con la guitarra.

Les tropes passen bé per davall de l’Arc de Triomf (evocador tema instrumental de su disco de 2017) dio pasó al último tramo del concierto, que incluyó los nuevos temas Els ballarins, el más pop de Una casa és pànic («parece mentira que de nuestra banda pueda salir alguna canción alegre y ligera», confesó socarrón Serra) y primero de sus nuevos temas con vídeo clip, grabado en el entorno de un castillo mallorquín, y cuya grabación, según Miquel,  “nos hizo volver a sentirnos a todos como cuando teníamos doce años”; la sutil y delicada Amèrica dorm y El gran vidre, basada en la obra homónima del genial Marcel Duchamp, que también es el tema que cierra su álbum.

Miquel Serra y su banda ofrecieron dos bises: Per què guanyen sempre els mateixos? (de su álbum de 2018 Antiga Hodomura) y Castes de sal (de su trabajo de 2017), con coros de Jorra Santiago; tras los que se despidieron muy agradecidos, confesando lo cómodos que se habían sentido sobre el escenario y dejando al público con ganas de más de ese mundo suyo tan particular, lleno de melodías envolventes y melancólicas y letras que van más allá, mucho más allá.