María José Llergo
Palau de la Música. Festival de Jazz de Barcelona. 17 de Diciembre de 2024
Entre los principales renovadores de la música folklórica en España — pienso en Tarta Relena, Maria Arnal, Rodrigo Cuevas, por citar a algunos—, María José Llergo (Pozoblanco, 1994) es uno de los nombres que, junto a propuestas como Califato ¾ o La Plazuela, está revisando el flamenco desde hace ya unos años. En su caso, una propuesta que se acerca al pop o al jazz y que, en mi caso, aún no había podido escuchar en directo. l Palau de la Música fue el espacio elegido por el Festival de Jazz de Barcelona para una artista que, a pesar de ser andaluza, pasó años viviendo y estudiando en Barcelona, primero en el Liceu y luego en la ESMUC.
La artista, ovacionada y emocionada durante todo el recital, se presentó en el mítico espacio de Barcelona con un vestido espectacular, pero con una propuesta musical, de entrada, austera: Únicamente con su voz y acompañada de dos grandes músicos, Carlos Sosa a la batería y Julio Martín a los teclados. Con ellos presentó su último disco, Ultrabelleza (Sony Music, 2023).
Casi sin guitarras, presentó una propuesta sonora en la que acompaña su potente voz con piano, sintetizadores y otros elementos electrónicos. En alguna ocasión también utilizó el sonido de instrumentos grabados. Una propuesta rompedora que, en algunos momentos, me pareció que difuminaba la potencia de su voz (quizá aquí los nervios también jugaron algún papel).
Con un público fiel y entregado, inauguró el concierto con la canción que lleva el mismo nombre que el disco, «Ultrabelleza», y continuó con «Superpoder» y «Reflejo». Temas muy bien ejecutados pero quizá menos conocidos por la totalidad del público. A continuación, con «Me Miras», uno de sus grandes éxitos, arrancó los primeros momentos de comunión y catarsis colectiva con los asistentes. Como dije al principio, se tomó el concierto con calma y, entre canción y canción, dejaba espacio para escuchar los aplausos y agradecer a amigos y fans su presencia allí. Para mí, en ocasiones esto rompía la magia que se construía con cada canción.
Otro elemento muy presente en muchos momentos del concierto fue su reconocimiento hacia las figuras femeninas que la han rodeado e inspirado para hacer música. Incluso, en dos canciones, Las Migas subieron al escenario a colaborar, dejando para el recuerdo una colaboración llena de fuerza y flamenco más clásico. Después de esta celebrada colaboración, encaró la parte final del concierto combinando temas propios con excelentes versiones de clásicos como «Mediterráneo» o «Pena, Penita, Pena», esta última cantada entre y con el público.
Tras vivir y acercarme por primera vez al universo de María José Llergo, salí impregnado de la energía, sinceridad y positivismo de una artista que, sin duda, tomando riesgos y, con amor a la música, seguirá creciendo y consolidándose como una voz clave del nuevo flamenco en España y en el mundo. + info |Fotos: Lili BonMatí