Guillermo Klein Septet (BCN Edition)
48 Voll Damm Festival de Jazz de Barcelona.
Conservatori del Liceo, 1 de diciembre de 2016
En 2008 el pianista argentino Guillermo Klein vivía en Barcelona y solía tocar con músicos que ya entonces tenían un nombre propio en la escena del jazz. Ahora por encargo del Voll Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona, Guillermo Klein ha reunido al septeto y han estado ensayando para ofrecernos este concierto, temas de entonces y algunos nuevos que el septeto ha tocado para esta ocasión tan especial. Poco público, pero la mayoría muy joven y muchos estudiantes del conservatorio, deseosos de comprobar si Klein es tan grande como defendemos los que ya le conocíamos. El resto de festivaleros, los que sólo asisten a los nombres famosos del panorama internacional, volvieron a perderse una noche mágica. La noche sonó a frescura, los músicos estaban felices por el reencuentro y cada momento parecía que estaban “inventando” sonidos sobre la marcha. Las miradas cómplices de Gorka Benítez o de Carme Canela ante las notas atrevidas de Klein, la sonrisa del argentino ante el “atrevimiento” de Masa Kamaguchi cuando está tan concentrado en su contrabajo. La hiperactividad de Jorge Rossi yendo y viniendo del vibráfono a la batería. La delicadeza de Sandrine Robillard en el violonchelo engarzando con el lirismo de la flauta de Gorka Benítez, los momentos de doble batería entre David Xirgu y Jorge Rossi. Bueno pues eso, un sin vivir. Empezó la cosa con un Iberia líneas aéreas (entendí, aunque quizás no se titulaba así, no le entendí muy bien) Canela y Benítez haciendo un dúo genial y un Rossi al vibráfono,pletórico con su nuevo juguete. Siguen con Burrito, contrabajo y violonchelo trabajando a dúo para este tema con sabor a folklore argentino, más concretamente a Gustavo “Cuchi” Leguizamón, el de Salta iba a estar presente toda la noche (afortunadamente) Klein aprovechó para presentar a sus músicos y para explicar lo que estaba tocando, el siguiente tema era una composición que había iniciado para su hija y sus dientes de leche y justo ahora (doce años después) la había acabado, así trabaja nuestro hombre. Solo de Rossi para empezar en la batería, después se pasa al vibráfono, Gorka a la travesera y Canela empieza a elevar la voz, hasta ahora se había dedicado a susurrar. El violonchelo marca otro momento muy elegante. Klein como siempre discreto, como si no fuese con él la cosa. Después dedicó un tema al saxofonista Bill McHenry, otro de los que apostaron por nuestra ciudad. Genial el trabajo de Rossi con el vibráfono con un final apoteósico, Rossi lanzado volando junto a la voz de Canela por encima de todo el grupo. Después hicieron A los que están para Chris Cheek otro saxofonista y también Guacho como Mchenry. De hecho en este 2016, Klein acaba de sacar un nuevo disco con Los Guachos. Anita, la empezó con piano y su voz, (siempre ha confesado que le gusta cantar) pero enseguida dejó que siguiera Canela y él se dedicó plenamente al piano, de nuevo sabor a sur. Buen trabajo de Kamaguchi cuándo el trío se queda solo. Después vino Miula para su hermano, con un potente dúo de baterías, Xirgu ahora comandando y Rossi adornando con las escobillas, para volar de repente al vibráfono. Hicieron un tema de sus viejos tiempos, En Vic, empieza también solo Klein. Después le dedica un tema a Jorge Rossi Artesano, sigue Ojos cerrados a dúo con Carme Canela, vuelve el septeto y hacen La canción que falta, ahora es casi pop como si Jorge Drexler cantara un tema de Leguizamón o si Piazzolla fuese de Salta. Recordaron el primer tema que tocaron juntos, Amor profundo cantado a dúo con Canela, con cierto sabor a Brasil por su complejidad perfectamente ensamblada. Quizás si hay que buscar otro compositor actual tan interesante como Klein, sin duda habría que pensar en María Schneider. + info | relacionados | Dibujo de portada: Pedro Strukelj | Texto Candido Querol