Festival de Jazz de Madrid
Festival de Jazz de Madrid
Varios artistas.
Randy Weston, 6 de noviembre
A veces, o casi siempre, el alma necesita de la música para seguir caminando. Siempre fue un alimento para el espíritu, pero hay ocasiones en que es más necesaria que otras. En ésas se ha celebrado la XXVIII edición del Festival de Jazz de Madrid. Al margen de las polémicas (desde aquí recomendamos la lectura del análisis realizado por Pablo Sánz para el diario El Mundo, el cartel ha permitido gozar de figuras principales e inconmensurables, como Randy Weston. El maestro del piano, que con sus ochenta y cinco años sigue dando lecciones de música y de vida, se presentó con su African Rhythms Trio, junto a Alex Blake al contrabajo y las percusiones africanas de Neil Clarke. Cuando se escucha a Randy, una nunca sabe cómo transmitir con justicia las emociones sentidas. Seguro que se trata de uno de los mayores músicos de jazz de la historia, y sobre el escenario no sólo transmite su sabiduría, sino también su experiencia vital. Nunca se escucha de la misma manera cada uno de los temas, se podría decir que en cada ocasión, cada uno de ellos sufre un cambio de perspectiva. El diálogo entre Randy, Alex y Neil es tan fluido, que se diría que charlan amistosamente. Bajo y percusión siempre siguen las instrucciones del maestro, pero éste no es que instruya, es que conversa, y como todo maestro, sabe escuchar y escucha: en los solos de Blake o Clarke, Randy centra sus sentidos, y en ocasiones hasta cruza los brazos sobre el pecho y apoya su mentón sobre una mano para estar más atento si cabe. Como diría el pianista de Brooklyn en una entrevista que también queremos recomendar, publicada en La Razón por otro maestro, Javier de Cambra, siendo un prolífico compositor, suele interpretar en directo los mismos temas, y si cada vez suenan diferente, es como lo que sucede en el blues o en la música gnawa, o en la naturaleza misma, que improvisa a cada instante. Tampoco se pierdan la estupenda conversación entre él y Daniel Jándula, publicada en nuestra sección de entrevistas. En ella Weston afirma: “La música nos describe como individuos, pero también nos enseña cómo somos cuando somos capaces de unirnos. Uno piensa que crea música, pero es al revés: la música nos moldea a nosotros.”
Luego están esos geniecillos maravillosos que son Alex Blake y Neil Clark. Alex, con su contrabajo que canta y al que canta, con su forma de percutir el instrumento, e incluso de rasguearlo cual guitarra. Con su implacable compás, que dirían los flamencos, con su alegría que inunda la sala y los corazones del público a cada nota. Neil, con su percusión afro, y que siempre termina obsequiándonos con esa pizca de santería que nos sienta tan bien… No se puede pedir más. No es posible recibir más.
Dave Holland & Pepe Habichuela, 13 de noviembre
Acompañados por la guitarra de Josemi Carmona y las percusiones de Bandolero y Juan Carmona, ya fuese por bulerías, fandangos, tarantas o tangos, la noche alumbrada por los fríos focos blancos de la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música se llenó de colores. No sólo se pudo disfrutar de la diferente perspectiva del contrabajista inglés procedente del free bop y la música de vanguardia, y la del insigne maestro de la guitarra flamenca, estudioso y fresco donde los haya. También se disfrutó de la diferencia generacional a la hora de enfrentarse a la música cuando los jóvenes tomaban el relevo. Con temas del maravilloso Yerbagüena de Pepe, del disco común, Hands, o del reciente trabajo de Josemi, Cositas Buenas, el conjunto consiguió meterse al público en el bolsillo y ofrecer una espléndida versión de sí mismos, su trabajo y su común comunicación. Para el recuerdo la taranta Camarón que a dúo se marcaron Dave y Pepe.
Silvia Pérez Cruz & Javier Colina Trio, 19 de noviembre
El conjunto formado por la cantante Silvia Pérez Cruz y el Trío de Javier Colina (Colina al contrabajo, Marc Miralta a la batería y Alberto Sanz al piano) contó con la siempre maravillosa colaboración del saxo de Perico Sambeat, invitado de lujo. Como narraba la cantante, este trabajo común parte de canciones que Colina, gran amante de la música cubana, seleccionó y grabó para Silvia en un cd. Su consejo fue que las oyera, así sin más, sin hacerlas mucho caso, mientras se dedicaba a otros quehaceres cotidianos. Años más tarde, esa escucha ha dado lugar a disco y gira. Que sea enhorabuena. El trabajo que presentan no sólo es digno de mención. Es un trabajo hecho desde el corazón y con una sutil interpretación. Desde boleros a nanas afro, la voz de Silvia no es sino apoyo del jazz que detrás la ayuda a encumbrarse. Un magnífico trabajo de equipo, donde todos destacan porque todos trabajan por y para el otro.
Taifas, 25 de noviembre
Taifas puso en la palestra todos sus ingredientes magníficamente aderezados. A la cabeza Javier Paxariño con sus saxos y flautas y la guitarra bien templá al tiempo que jazzera de Nono García. Las composiciones de ambos se interpretaron con el regusto de los demás miembros: Pedro Sanz al cante flamenco y sefardí, que así se las gasta, el italiano Enrico Babaro al bajo eléctrico y Chano Xerez a la percusión. Colombianas, alegrías, bulerías, charradas salmantinas, tangos… Escalas occidentales, flamencas o japonesas, melodías sefarditas, canciones italianas. Así es la música de autor que se cocina en esta banda. | Festival de Jazz Madrid | Marta García