Lorenzo Moya Flamenco trío
“Influencias” 2024
Lorenzo Moya es un compositor y pianista manchego interesado por el flamenco, otras músicas tradicionales del folclore español, sefardí o latinoamericano, además del jazz o la música clásica. Para dar salida a todas estas inquietudes, el de Ciudad Real mantiene ahora mismo dos proyectos, por un lado, Alabel con Antonio G. Calero al bajo, Bandolero a las percusiones, la voz de María de la Flor, y él mismo en piano y arreglos. Por otro, este Flamenco trío con el que ha sacado este Influencias. Le acompañan, de nuevo Bandolero y Kostan González al bajo eléctrico, además de un buen número de músicos que te iré comentando.
Empieza el disco con Tangos del Sacromonte, se va nuestro hombre a buscar en la música del maestro Turina y lo primero que nos emociona es esa flauta inconfundible del madrileño Jorge Pardo, que juega con el piano como si fuesen hermanos. Pardo, no necesita presentación es sin duda alguna una de las cuatro patas principales de la fusión (bien hecha) del flamenco en este país. Los caracoleos de Moya alegran a cualquiera que lo escuche.
Siguen con Nina una composición del saxofonista Rafael Sanz, un paisano de su tierra que había tocado con Moya en otros tiempos. Una composición romántica, que aunque puede acercarse a los tangos, el piano busca más la proximidad de los grandes pianistas de jazz.
Punta y tacón, versión de la composición del maestro Sabicas (una farruca) Es muy interesante como el piano tiene que tomar la esencia de la guitarra y defenderla sin más ayuda. Preciosa y compleja.
El collarcico de oro, cambio radical, recuperación de un romance popular gracias a Francisco Javier Moya (su hermano) enamorado del folclore español, parece ser que en forma de cuento se usaba para que los niños no se fueran con desconocidos. A destacar la voz de María de la Flor, el violín de Imanol García y la armónica de Antonio Serrano (otra de las cuatro patas que te mencionaba antes) a veces recuerda al Paño moruno. Moya lo adorna todo con toques cercanos al jazz y Serrano, como siempre lo lleva dónde quiere. Al final, todo un sexteto, en un cierre de los que en directo te deben dejar anonadado.
La Meleno (así llamaban a la madre de Lorenzo Moya, en el instituto dónde daba clases) Homenaje a su madre en forma de bulerías, de nuevo el violín de García imprimiendo unos aires de bulerías, atento también al juego discreto pero efectivo de la sección rítmica del trío base. González y Bandolero trabajando por atrás pero indispensables.
Don Juan, ahora homenaje a su padre (también docente) casi once minutos, un trabajo a dúo de Serrano y Moya, la armónica del madrileño ejerce de “cantaor” por tarantas. El piano refuerza la tensión, como si se tratase de una guitarra. Un piano y una armónica buscando las emociones del flamenco desde sus instrumentos, que no son los habituales de esta música, pero ¿a quién le importa? De momento mi tema preferido.
Vaivén, arranca el trío, atento a ese bajo y las percusiones, pero enseguida llegan los invitados para esta rumba. La guitarra de Juan José Suarez “Paquete” (otro que no necesita presentación) el cantaor Rafita de Madrid (la letra la ha compuesto el mismo Moya) y el saxo de Pedro Luís García Casarrubios. Al final la rumba no tiene problemas para irse hasta el otro lado del Atlántico y es que los tangos y las rumbas tienen ese poder. “Mírala bailar con ese sabor, con ese vaivén” canta Rafita.
Otra composición muy interesante, por cómo evoluciona, es Saeta, folias y alegrías. Todo un viaje, desde ese piano religioso omnipresente de la Semana Santa, Bandolero atrás discreto, hasta que entra seguro junto al bajo de González (tremendo) y como de ahí llegaremos hasta las alegrías, pasando por un género tan olvidado como las folías, es todo un viaje que merece la pena realizar.
Para terminar, Influencias, da título al álbum y es justo que lo haga. Empieza el piano, mostrando sus influencias, más jazzísticas, de momento. Se incorpora la sección rítmica y el saxo de García Casarrubios y de repente una trompeta que siempre da gusto encontrarla en todas las grabaciones, Manuel Machado, el cubano lleva muchos años en Madrid y sabe perfectamente como acercarse al flamenco, atento al trabajo del bajo de González detrás de Machado. Moya vuelve a tomar el mando y se van todos en esa nave que navega segura y graciosa por cualquier música que se proponga. Un disco que no deberías perderte. + info